[...] «El vicepresidente segundo del Gobierno, cuya especialidad política y universitaria parece ser la palabrería embaucadora, debería ser un poco más respetuoso con la palabra exilio y no pronunciarla tan en vano como pronuncia muchas otras, olvidando tal vez la responsabilidad del cargo que ocupa, y tan poco interesado en buscar la concordia pública en estos tiempos de aflicción como algunos de los mayores hipócritas que ahora se escandalizan contra él». |
sábado, 23 de enero de 2021
Exiliados de la República y supremacistas catalanes
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Es increíble como uno puede llegar a aborrecer (odiar es un verbo que no me gusta conjugar) a alguien con el que se comparte una parte de su supuesto ideario (supongo que todavía desea una cierta justicia social, pero igual me estoy columpiando). Pues con Pablo Manuel estoy batiendo todos los registros.
ResponderEliminarMateo M.
Yo también estoy batiendo todos los registros. Ese tipo es como una mosca cojonera.
EliminarY yo también. Además el aborrecimiento va in crescendo. MJ
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