lunes, 29 de julio de 2019

De vuelta de Albacete, camino de Ibiza

Para empezar, unos recuerdos de infancia y adolescencia...

La madre de G.U. (Patiña) posa ante la ermita de l´Ajuda (Hostalets de Balenyà)
Fotografía: Carlos Sáenz de Magarola (fecha sin determinar)
¡Ay, las privilegiadas vacaciones de la infancia en Hostalets de Balenyà! El locus amoenus de G.U., un pueblo anodino, sin gracia alguna, por no decir bastante feo, pero situado en un entorno que por entonces era maravilloso; ese fue el escenario de unas vacaciones en las que parecía no pasar nada, pero en las que tal vez estaba empezando a pasar todo.

"La Pista"
El molino en el río Congost
La iglesia
Carretera y bar "Pumir"
Ermita de l´Ajuda
Balenyà (Apeadero)
[Fotografías de Hostalets de Balenyá en la década de 1960, de autores anónimos]

Los "pinitos", "la pista", el molino, la ermita de l´Ajuda, la estación, la "carretera muerta", "la Cogullada", el "bar Pumir", el "Paseo del Viento", lugares mágicos que aún guardamos en el recuerdo de aquel tiempo. Y los compañeros de "la colonia", como nos clasificaban los lugareños, una gente a la que no hemos vuelto a ver, ni a unos ni a otros. El juego del escondite y el de las películas, las tardes sin hacer nada más que eso. Y también los partidos de hockey, de fútbol o de botones; las excursiones a comer a la Font Avinyó, organizadas por Patiña (la madre de G.U.); o andando al "Roc Grós" o en bicicleta a "Coll Formic", sin que nadie nos controlara a dónde íbamos. Y el entoldado de la fiesta mayor, los primeros escarceos con chicas, los bailes, el lento y declinante verano con las lluvias de septiembre...

Como decía hace un tiempo en este blog un compañero de correrías de aquellos años, Julito, «descubriendo la vida, aprendiendo, creciendo... Todo queda grabado en el universo». Algo de todo eso he recordado, una vez más, leyendo el artículo de Íñigo Domínguez, titulado Ya es mañana, dentro de su sección "Curso de verano". Dice, entre otras cosas:


«Es increíble recordar ahora, que las vacaciones pasan volando, cómo no pasaba el tiempo en los veranos de la infancia. Se hacían infinitos y, para redondear el contraste, más o menos daba igual donde estuvieras. Cualquier sitio es perfecto para un niño, el mundo le parece bien como está. Tengo amigos que evocan con nostalgia tres meses en el pueblo de los abuelos, donde no había nada especial y simplemente les dejaban sueltos por allí. [...]

En la juventud hay una idea que en verano se intuye de forma poderosa: aprovechar el tiempo. Pero ¿qué demonios es aprovechar el tiempo? (Y peor aún, qué es hacer algo de provecho, una frase odiosa de los mayores). Hacer cualquier cosa, hacerlo todo, no hacer nada. Más bien iba saliendo una combinación espontánea de las tres cosas. Pasaba la tarde y lo mejor que se te ocurría era hacerte el muerto para darle un susto a tu primo. Tumbarte inmóvil hasta que apareciera y ver qué hacía. El aburrimiento puede crear situaciones interesantes. Pero un momento de aburrimiento en las vacaciones adultas prácticamente significa el fracaso de todo un proyecto de vida».[...]



El skyline de Albacete  [granuribe50 (26/07/2019)]
Pues bien, G.U. acaba de volver de Albacete, donde nada hay que hacer, más que dejar pasar el tiempo, nadando, leyendo, o paseando por el páramo al atardecer, haciendo algunas fotografías con el skyline de Albacete al fondo. Contemplando a los pájaros que se van recogiendo en los árboles con la brisa de la tarde, o los lúdicos vuelos de las golondrinas, o no tan lúdicos, porque tienen que traer comida a los polluelos, que esperan en el nido con la boca abierta. Es agradable disfrutar de todo eso tomando el gin tonic de media tarde en la cafetería del parador, con la vista puesta en las vigas del techo. Y luego, horas más tarde, los cristalinos cielos estrellados, caminando por la carretera solitaria...

granuribe50 (23/07/2019)
granuribe50 (23/07/2019)

En fin, como se ve, nada que ver con el siguiente párrafo, con el que continúa su artículo Íñigo Domínguez:

«De adultos es al revés: lo más importante es el sitio, de ello depende la calidad del verano, el tiempo ya sabes que es poco. La gente pregunta dónde vas o dónde has estado, es lo que determina si tu verano ha sido la pera o nada del otro mundo. En algunos casos ya es una cuestión de currículo estar en lugares únicos, exclusivos, hasta inexplorados, carísimos. 

En una novela sobre alpinismo, James Salter da una clave de nuestro tiempo. Un escalador dice que le gustaría subir una montaña temida y muy difícil, y el protagonista le responde: "No quieres subirla, quieres haberla subido". Hoy peor, una vez que haces una foto a algo ya no te interesa. Es difícil parar esta ansiedad de que nos pasen cosas y estar tranquilamente perdiendo el tiempo en cualquier lado».[...]

3 comentarios:

  1. Mire, GU, me he parado en la foto de su madre, Patiña..
    Demasié.
    Jooo...Es una sinfonía. Le explico. La iglesia al fondo queda en segunda dimensión porque la sonrisa de la persona que posa (su madre) llena el ambiente. De verdad sensacional.

    De coro, ¡fíjese ¡ -ya lo se, ya lo se que se ha fijado-, que el campo hace de cohorte de relumbrón, que las mieses acompañan, que hay quince pirámides de trigo haciendo de coro...es que es sensacional ¡

    Que es una foto positiva, de alegría, de productividad, de promulgar lo elaborado, de enseñar lo trabajado y de orgullo de lo cosechado.
    Joooo...insisto, de todo corazón, sensacional...
    Salut

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    1. ¡Muchas gracias, Miquel! Es la mejor foto que hizo mi padre en su vida. No era un gran fotógrafo, pero se lo pensaba mucho y ésta le salió redonda. Ahí queda expresado todo...

      Y es el mejor comentario que se le podía hacer, el suyo. Muchas gracias, otra vez.

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  2. Debe de ser porque yo no hago nunca fotos (no sé hacer), luego no me acuerdo de cómo son muchos de los sitios en los que he estado de mayor. No me pasa por la edad, se lo aseguro. Por ejemplo, fui hace unos cuantos años a Buenos Aires y me impresionó la plaza de Mayo por lo que pasaba en ella. Bueno, pues ahora no sabría decir cómo es o cómo era. Sin embargo recuerdo con todo lujo de detalles una cafetería preciosa cuyo nombre, por supuesto, no sé. A mí el lugar tampoco me parece determinante para nada, ni si se hace poco o mucho.
    Por cierto, como dice Tot, la foto de su madre, una maravilla. La del skyline de Albacete buenísima. Buen viaje. MJ

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