domingo, 14 de julio de 2019

Pequeña crónica de unos días en Riaza (1)

A Gran Uribe le gustan los viajes por carretera, donde uno va a donde le da la gana y se para donde le da la gana. Y esta era una buena oportunidad, a partir de una idea de El Tapir, un experto en música country. Hacía casi cincuenta años que no viajaban juntos los dos hermanos. Riaza les esperaba con los brazos abiertos y el hotel en Sepúlveda, también; una posada preciosa, situada en un edificio románico con un hermoso patio interior con soportales y muebles antiguos.




La cosa se presentaba bien esa primera tarde, sin nada que hacer (algo que le encanta a G.U.) y un atardecer larguísimo por delante; un paseo por el pueblo, asomado al río Duratón, el gin tonic de media tarde en la Plaza Mayor, unos huevos fritos con patatas en Casa Paulino y... a la piltra, porque el día siguiente (viernes, 5 de julio) se presentaba movidito.


Como los conciertos empezaban el viernes por la tarde, se aprovechó la mañana para girar una visita a Turégano, con la Plaza Mayor y con su mítico castillo, que ya aparecía en una colección de cajas de cerillas de los castillos de España de cuando éramos zagales. Este bloguero había estado varias veces aquí, pero nunca encontró el momento para visitarlo.



Ya lo ven, aquí lo tenemos, impresionante, con sus murallas, su torre del homenaje y una iglesia románica en el interior.


Y desde lo alto de la torre del homenaje, a la que hay que estar muy ágil —lo están ambos— para acceder por su angosta escalera de caracol, el paisaje no puede ser más castellano, desde luego...  Y, desde las almenas se domina también la Plaza Mayor, lugar donde les esperaba la cervecita de rigor.


Vuelta a Sepúlveda a comer y echar una pequeña siestecita. Y, a las seis en punto, en Riaza estaban como clavos los dos hermanitos para el concierto de ese día, que se iniciaba con la actuación de Ashley Campbell, una barbie simpática, atractiva y buena artista con su banjo. Es hija de un mítico cantante country, Glenn Campbell, y tuvo el detalle final de cantarnos el himno de Antonio Vega, La chica de ayer, canción que ya hemos publicado alguna vez en este blog.


Pero, en fin, no les aturdiremos explicando los conciertos, que fueron en general muy buenos, ni los bailes en la Plaza Mayor de Riaza; G.U. les remite al pase de diapositivas de su entrada del 12 de julio. Nvts, que es la hermana de un servidor, pronosticaba la presencia de muchos frikis en esos eventos. Había algunos, gente que se hacía la diferente por no llevar el sombrero vaquero "reglamentario" (por ejemplo, el sujeto de la fotografía, tocado con una especie de sombrerito "panamá") o por lucir vestimentas absolutamente estrafalarias y cosas así, pero la verdad es que eran minoría. Por lo demás, en todo momento hubo muy buen rollo y buen humor, sin tipos dispuestos a liarla parda.

¿Dónde está Wally?
Y ahora pasamos a otra página, para que no sea esto tan pesado y se cargue con facilidad, porque aún quedan fotos...

[Clic para ampliar las imágenes]

6 comentarios:

  1. Hombre parece que tenemos un hilo común, estuve en Turégano en 1977.... y tus fotos del castillo han revalorizado lasa mías, está, pastosas del tiempo. Un abrazo !!

    ResponderEliminar
  2. Un entorno increíble y unas imágenes estupendas. Mañana sabré más cosas.

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, yo también espero saber más cosas mañana. Preciosas imágenes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El capítulo (y 2) ya está publicado a continuación de éste, y no situado delante. Así se ve de todo de una vez bajando a lo largo del blog: uno detrás del otro por orden cronológico. Si esperan a mañana, no encontrarán nada nuevo, porque ni lo hay ni lo habrá.

      Eliminar
  4. Wally es el único que mira a cámara.... con camisilla roja y sombrero cawboy marrón. Me debes una

    ResponderEliminar