sábado, 6 de diciembre de 2025

Adiós de G.U. a Frank Gehry

Frank Gehry, frente al Museo Guggenheim recién acabado; Bilbao, abril de 1997 / [Gorka Lejarcegi]
Ha fallecido Frank Gehry. G.U. se remite a unas palabras, siempre sabias, de F.C. comentando una entrada de este bloguero el año pasado:

«Cuando vi las primeras fotos del Guggenheim no me gustó nada, luego cuando lo vi al natural me gustó un poco más, he vuelto a ver el museo otras veces y siempre me ha parecido una cosa extraña que satisfacía a los visitantes y a la mayoría de los bilbaínos, ahora me va gustando la cosa extraña y creo que esta construcción placas de titanio ha sido positiva para la ciudad.

Otra cosa es el aspecto constructivo y la irracionalidad estructural. Sé, por información directa, cómo la pasaron de "canutas" los calculistas y los arquitectos que tuvieron que resolver aquel artefacto arquitectónico. Concluyo que Frank Gehry ha proyectado edificios que han complicado la vida a unos constructores y han dado felicidad a unos espectadores. He dicho espectadores porque aquellos edificios son una arquitectura-espectáculo de campanillas».
Frank Gehry, museo Guggenheim (Bilbao) en la actualidad
En efecto. La apertura, en 1997, del Guggenheim Bilbao, le convirtió en una estrella absoluta ya con 68 años, y al edificio en una avanzadilla de lo que vendría en el siglo XXI. Lo espectacular de la carcasa, con su inmensa estructura de titanio en el corazón de Bilbao, cambiaron por completo el aspecto de la ría del Nervión y de toda la ciudad, que estaba bastante descuidada y sin apenas visitantes, ahora convertida en polo de atracción cultural, turístico y gastronómico. Su impacto fue tal que se llegó a llamar efecto Guggenheim. Vean la diferencia entre esta imagen actual con la que se hizo el propio Frank Gehry el año de la inauguración, en 1997. En cuanto al contenido del museo, ese es otro cantar.
Bilbao, Museo Guggenheim / [granuribe50 (26/3/2002)]
G.U. tuvo sus dudas y las sigue teniendo, pero ahora el Guggenheim le gusta mucho más que entonces. Además, él nunca hubiera sido capaz de imaginar ni de realizar algo así, por falta evidente de condiciones y porque no entiende que eso no sea otra cosa que "arquitectura-espectáculo".

G.U. es más de la vieja escuela. Sin embargo, no tiene nada contra el arquitecto Frank Gehry, a quien admira. Ya quisiera haber tenido su imaginación, sus encargos y su equipo (becarios selectos entre "lo mejor de cada casa", arrugadores de papeles, calculistas, ingenieros diversos, etc.). 
Frank Gehry, hotel en las bodegas Marqués de Riscal, Elciego (Álava)
De hecho, ha ido a la Rioja muchas veces (le encanta todo aquello) y casi siempre aprovecha para pasarse por las Bodegas Marqués Riscal, en Elciego, obra del susodicho (el hotel), como es fácil adivinar. Su estilo es inconfundible. DEP.

2 comentarios:

  1. Comparto la opinión. Siempre pensé que era un montón de chatarra hasta que estuve allí. Creo que el paseo tranquilo hasta el museo por la ría del Nervión, el lugar donde se ubica el Guggenheim, la amplitud de sus alrededores, el enorme perro/ seto, la araña gigante los visitantes, el interior... todo jugó a su favor creando una magia especial que me hizo ver aquello de otra manera. Pensé en lo diferente, tranquilo y limpio que había quedado el lugar tras reconvertir el tema industrial y haber los vascos superado una época negra marcada por el terrorismo. Hoy el visitante no tiene temor a pasear por Bilbao.

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  2. Resulta que el anónimo soy yo: Cayetano. Se ve que tu blog no me reconoce.

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