jueves, 11 de diciembre de 2025

Peligro: un solitario joven ¡leyendo un libro!

M.C. publica hoy una entrada con un reloj de sol que está en las cercanías de la plaza Trilla, en el barrio de Gracia, de Barcelona. Adjuntaba un enlace a Google Maps en el que se ve la susodicha plaza, que antiguamente "era el campo de trillar, de aventar, de la masía que había al lado, y de ahí su nombre".

El urbanismo posterior no le hizo ningún favor a ese lugar. Pero, ¡ojo!, allí hay una preciosa fuente de cuatro caños y cuatro farolas, muy similar a la de la plaza de la Concordia, en el barrio donde vive G.U. (Les Corts), con la pequeña diferencia de que ésta sólo dispone de dos caños y tres farolas.
Barcelona, plaza de la Concordia (11/12/2025) / [Fotografía: doña Perpetua]
Pues bien, hará cosa de un par de horas, doña Perpetua ha visto en la susodicha plaza de la Concordia a un joven ¡leyendo un libro a la luz de las tres farolas! En tiempos de Baroja, el camarero de un hotel de lo que se sorprendía era de ver a un viejo "a su edad y teniendo que leer todavía todavía" (sic).

Pío Baroja, Los caprichos de la suerte, Ed. Austral (2016), pág. 170
Ahora lo que nos sorprende es lo contrario, ¿qué hace ese solitario joven con su capuchita leyendo un libro, pudiendo estar tomando unas cervezas a gollete en un bar de la zona? Quién sabe, pero es un mal —o buen— augurio: un joven leyendo, quizá ampliando campo de visión; mal —o buen— asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario