Se acaba el curso político y empiezan las vacaciones

Nuestros políticos marchan ya, camino de unas bien merecidas vacaciones (?). Hoy, Sánchez ha dado el asunto por acabado, de modo un tanto alabancioso, y en breve le engordará la cara. Muchos españoles les imitarán, para gastar en muchos casos lo que no tienen (no hablamos de los políticos) y tendrán que confiar en tarjetas de crédito y pagos a plazos. Mal asunto, no es recomendable entramparse así. 

«Nada, unos diítas a la playita, en plan bañito por la mañanita, luego una cervecita y unos aperitivitos, después una paellita con su cigalita y sus mejilloncitos, una buena siestecita, y a la noche nada, picar unos boqueroncitos y unas aceitunitas, regados con un buen vinito; y para rematar un whiskecito». Je, je, je, así caricaturizaba Javier Marías en Un par de plagas el lenguaje que se suele estilar por estas fechas. Fueron corroboradas por Álex Grijelmo en su artículo La letra 'I' no adelgaza, añadiendo para la ocasión la palabra "chupito", otro clásico. Por cierto, todas las que citaba Marías deben pronunciarse con un cierto deje cheli para que resulten plenamente efectivas.

El Roto, Trabajo de oficina (28/7/2025)

No es el caso de G.U., quien, por razones diversas que no vienen al caso (entre ellas está la de su propio aparato locomotor), deberá estar "de guardia" en Barça durante el mes de agosto, como mucho mirando por la ventana, aunque sus perspectivas disten bastante de las del personaje de El Roto. 

Por lo menos, le servirán estos días para descansar de la verborrea política, eso espera. Sabe que en esta época, con todo el mundo fuera, el visiteo a su blog (siempre muy exiguo) aún se verá reducido. Los que más frecuentan El blog del gran Uribe son los jubilados. Pero también los oficinistas —evitando que los vea el jefe— y quizá los parlamentarios. Unos y otros no comentan nada, por si acaso

[granuribe50]

Bien, estamos cerca del millón de visitas y a G.U. —aunque ya sabe que eso nada significa, que lo que importa es la calidad de éstas y que los hay con tropecientos millones— le haría cierta ilusión alcanzar ese redondo guarismo durante estos meses. Por tal motivo y no por otro, lo que se ahorra estos días quedándose en su casa lo ha invertido en alquilar algunas vallas publicitarias en diversas entradas a las principales poblaciones de la costa, autovías y autopistas (dos mil euros al mes por valla), a ver si así llegamos a ese número en breve. Y ustedes que lo vean.