sábado, 18 de mayo de 2019

«El griego». In memoriam

Lo que nos faltaba. ¡Ay, qué tristeza!, al leer Diario de Ibiza esta mañana. Nos ha dejado Pinu Albanese. Era un calabrés expansivo y alegre, y todo un artista. Había llegado a Ibiza en 1969 como guía turístico, pero pronto decidió instalarse en un pequeño taller de Dalt Vila, para desarrollar su gran pasión, la alfarería, un arte que gozaba de gran vitalidad por entonces. Allí estuvo muchos años, hasta que las fuerzas ya no fueron las mismas y montó una tienda de cerámica en un sitio anodino, el barrio de Can Bellotera, cerca de la casa de la suegra de G.U.

Giuseppe Pinu Albanese en su taller de Dalt Vila en los años setenta (Fotografía: Buil Mayral)
Era un local luminoso y alegre, en el que siempre sonaba a todo trapo música del barroco italiano (Vivaldi, Albinoni, Torelli, Pergolesi...), que él canturreaba cuando estaba contento. Y ¡qué piezas tenía! Las iba recolectando en sus viajes en furgoneta por toda España y Portugal, y todas las que exponía eran de un gusto exquisito. A Pinu nosotros lo llamábamos «El griego», quizá porque la tienda se llamaba Hellas y porque pensamos que un tipo así solo podía ser griego, dada su extensa cultura, su carácter gentil y su extrema sensibilidad artística; un hombre sabio.

Allí acudíamos con frecuencia para comprar lebrillos, fuentes, alguna jarra y cosas para la casa, a veces innecesarias; pero también por el solo placer de estar en la tienda, ver lo que tenía, hablar con él y oír esa música maravillosa.

Pero el tiempo es implacable, pasa sin que apenas nos demos cuenta y lo que creíamos que duraría siempre llegó a su final hace unos años. El hombre cerró todo aquello, que fue sustituido por una tienda de alimentos para animales de compañía; ahora hay una lavandería. Y Hellas solo queda ya en nuestro recuerdo...

A partir de entonces, en alguna ocasión nos recibió en la casa que tenía por allí cerca, llena de libros antiguos, cuadros, recuerdos de viajes y una discoteca esplendorosa, además de un jardín que cuidaba con esmero. En el porche nos bebíamos al atardecer una botellita de Lambrusco bien fresco, con la deliciosa compañía de su mujer, Stephanie, una alemana encantadora y discreta. La última vez, el agosto pasado, quedamos citados para comer un plato de pasta que ella preparaba de maravilla, según explicaba Pinu, pero ese encuentro ya no llegará... DEP, Pinu Albanese.

Fernando de Lama, Diario de Ibiza  (18/5/2019)

8 comentarios:

  1. Una pérdida, cuando un referente se va, algo mengua en nuestra existencia. Un abrazo !!

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  2. Con CHORDI en el comentario
    Las pérdidas queridas nunca son agradables.

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  3. Cosas de Ibiza. Él la eligió. Artesanía mediterránea en estado puro.

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  4. Muchas gracias por su bonito retrato de mi padre!!

    Y, de parte de mi madre, sepan que están invitados a pasar por casa cuando quieran, que ese plato de pasta no ha de quedar pendiente!

    Patrizio Albanese Weiss

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    1. Ha sido emocionante encontrar tu comentario. Te lo agradecemos mucho y esperamos que le trasmitas a tu madre, Stephanie, que estaremos encantados de disfrutar del plato de pasta que quedó pendiente...

      Saludos cordiales
      Ana y Álvaro

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    2. Así lo haré!

      Saludos cordiales,
      Patrizio Albanese

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  5. No he estado nunca en Ibiza, ni estaré; no conocí a Albanese ni "Hellas", pero le has dado una hermosa dedicatoria, y su hijo lo ha entendido así. Debe de ser un buen tipo, como sus padres. Un consejo: no te pierdas ese plato de pasta...

    Muchas gracias
    F.G.

    (Por cierto, no sé por dónde andas ahora, pero te veo muy vago con el blog, Uribe).

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    1. No me perderé ese plato de pasta y lo de la vagancia está en vías de superación...

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