lunes, 18 de agosto de 2025

Pacto por el Cambio Climático y Comité de expertos

Sánchez dirige desde "La Mareta" (Lanzarote) el operativo antiincendios / [Moncloa / granuribe50]
"La Mareta", Costa Teguise (Lanzarote) / Obra concebida por César Manrique
[Fotografía: José Luis Carrasco]

8 comentarios:

  1. Uno se declara subjetivo, luego, no neutral. Esto es importante porque como los pescadores corro el riesgo de decir que he pescado una merluza, cuando en realidad es un erizo de mar.
    Y a lo que voy.
    Las personas, todas, no hay excepciones, necesitan expresar sus sentimientos, sus miedos y sus dudas cuando hay una causa que les da desolación. Cuando tus bienes, los de toda tu vida, desaparecen, tu futura cosecha se esfuma, y tu ganado se muere por una desgracia de este tipo, un incendio de grandísimas proporciones declarado emergencia nacional, lo que las personas NO admiten son delegación de funciones.
    La gente necesita hablar con el máximo responsable de las riendas del país, simplemente lo necesita, y no quiere secundarios, por buenos que sean, porque lo que quiere es "que vea de motu propio in situ" la desgracia que le ha llevado a la ruina, para escuchar aquello de que se intentará paliar el daño causado. Eso es simplemente lo que se desea.
    Los presidentes tienen asesores, a cientos, a cientos, créanme, pero demuestran una nula capacidad de empatía y poca formación psicológica.
    De asesores los hay para elegir la corbata, el peinado, las poses, la dicción, el discurso, la sonrisa e incluso si se ha de mesar o no el cabello ante determinada pregunta. No ha habido ningún asesor que le haya dicho que el presidente, ante un desastre nacional CON MUERTES, debe presentarse al lugar del siniestro con la máxima inmediatez posible, aun a riesgo de que lo insulten, pues es la manera de bajar la tensión, cuando uel que manda va...y escucha, aunque luego resulte todo vano, como en Las Palmas, donde se fue once veces, once, desde Madrid, y en Falcón presidencial, con el resultado de que todavía, después de tres años se esperan las primeras indemnizaciones.
    Cuanto más tarde en ir, menos ganas tendrá, y más subirán los ánimos caldeados de los perjudicados.
    Yo no soy nadie para dar consejos, Camilo José Cela decía: no doy consejos, que la gente se equivoque sola.

    Un abrazote

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    1. Me produce una angustia tremenda ver un telediario, la gente abandonada a su suerte, que se ha quedado sin nada, los pueblos en llamas, el ganado, los campos de cultivo, las huertas, los árboles y los bosques, la gente mayor desalojada de sus casas y alojada de cuaquier manera, sin saber a dónde cóño ir, porque nada más tienen.
      Cierto que ese visiteo de las autoridades y del encantado de conocerse no sirve más que para complicar los operativos, pero a la gente le ayuda porque así tiene la sensación de que no está sola.
      Un abrazo

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  2. Él está a la fresca. Vaya caradura. Un beso

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    1. ¿Está guapo el sitio, eh? No le falta de nada ¡Y gratis! Yo no lo conocía más que por el nombre, pero nunca las cámaras pasan de la valla exterior. Las vistas aéreas me han ayudado a hacerme una idea. Besos.

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  3. Parece que Sánchez ya está en Orense, una semana después de declarados los incendios. ¡Qué dura la vida de presidente! Tener que interrumpir las vacaciones con lo chupado que está. Fuera de bromas, el tema de los incendios es complejo. Actualmente hay incendios en Portugal, Grecia, Turquía y gravísimos, como todos los años, en Canadá. Se habla de lo descuidados que están los bosques, del maltrato a los ganaderos cuando antes eran antes los animales los que limpiaban la maleza, del descuido de los cortafuegos... Unido a que no hay presupuestos por segundo año. Imprevisión, descuido, falta de política de estado y mala suerte. No hay que olvidar que muchos incendios son provocados. ¡Qué desastre! La idea de pacto de estado por el cambio climático es una boutade tipo Groucho Marx porque es no decir nada. España no volverá a ser la misma tras este verano. Es una tragedia que gobierno y oposición no puedan dialogar para entenderse para los objetivos superiores del país. Todo son trifulcas, enfrentamientos, veneno, polarización y a los ciudadanos que les den. España se quema ante la inacción de los políticos y expertos que siguen cobrando sus buenos sueldos. ¡Qué pena!

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    1. Estoy bastante abrumado por lo que veo. Me duele mucho lo que está pasando en esas zonas tan queridas por nosotros. Por suerte para ti, no ves la TV...

      Aunque no entiendo mucho de estos asuntos, en mi opinión hay una decisión estratégica de fondo por parte del atildado señor de la fotografía: transferir siempre y en todo caso sus responsabilidades a otras instancias (las autonomías —sobre todo las que gobierna el PP—, las compañías eléctricas, el cambio climático, la oposición e, incluso, sus socios), presentarse como una solución que debe ser suplicada por aquellos que padecen su incuria e intentar sacar rédito político. No se cree ni él que esos fuegos los puedan apagar las comunidades autónomas por sí mismas. Y éstas, a su vez, tardan en exigir ayuda, quizá para no mostrar debilidad. La Naturaleza ha ocupado los espacios que el hombre dejó. Donde había labranza ahora hay rastrojos muertos. La ganadería apenas es una sombra de lo que fue. El campo descuidado y sin limpiar es yesca lista para encenderse con solo mirarla. La naturaleza es muy voraz, invade todo cuando el ser humano se va para no volver.

      Pero ahora se trata sobre todo de hablar del cambio climático, obviando lo que gritan desesperados los que todo lo están perdiendo: «No tienen ni puta idea, el monte está lleno de maleza porque no nos dejan limpiarlo —ecologistas incluidos—, hay que pedir autorización y papeles para cualquier bobada, y así cuando prende un fuego ya no hay quien lo pare». Y obviando la gran cantidad de incendios provocados por pirómanos con intereses inconfesables o por satisfacción personal, imbéciles de todo tipo, encendiendo barbacoas para asar chuletones en el bosque a cinco minutos del incendio más próximo o celebrando la boda de la hija de un diputado con fuegos artificiales mientras se vislumbran en el horizonte los resplandores de lo que va llegando.

      ¡Pacto de Estado por la Emergencia Climática! En efecto, una boutade a lo Groucho Marx, pero con bastante menos gracia; en estos precisos momentos parece una broma de mal gusto y fuera de lugar, pero focaliza el asunto a que todo se debe al susodicho Cambio y a la incuria de las administraciones del PP.

      "A buenas horas, mangas verdes", ese señor no es capaz más que de pactar cosas con los que le sostienen en la silla gestatoria. A los están del otro lado del muro que él se ha ocupado de levantar, ... ni agua. Y viceversa, que los del otro lado actúan igual.
      Saludos

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  4. En serio, P.S. me parece que no tiene el mínimo nivel para ser Presidente del Gobierno y, una vez más, con este problema lo vuelve a demostrar. No obstante, otra cosa que queda más que en entredicho es el tema de las autonomías. Para mí están muy bien cuando se trata de acercar el poder al ciudadano, que no tiene que depender de un funcionario en Madrid en cosas que se pueden manejar en su comunidad. Pero hay temas que son de un calado que tendrían que tratarse DIRECTAMENTE a nivel nacional. Es decir, que cuando en la Autonomía lo pidan o en el Gobierno Nacional tengan datos suficientes de que es algo gordo, AUTOMÁTICAMENTE se pongan en juego todos los recursos que sean necesarios y que el país pueda ofrecer. Incluso que sea el Gobierno el gestor de conseguir del extranjero lo que haga falta. Ya sé que algún tonto hablaría inmediatamente de invasión de competencias, pero ya se le acallaría si el problema es de una magnitud que le supera. Un ejemplo claro es el del agua (más claro no puede estar, a no ser de que estemos hablando de agua turbia). Por citar el caso en que así se funciona, en el tema de transplantes, el modelo de gestión única nacional es el mejor DEL MUNDO.
    Mateo.

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    1. Estoy muy de acuerdo en lo que dices. Las autonomías las veo bien para no tener que viajar a Madrid por cualquier chuminada, pero las cosas serias no lo veo tan claro. Los incendios no entienden de separaciones administrativas. El agua, por poner otro ejemplo que tengo cerca, fluye por orden de aparición por Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. ¿De quién es?

      La Constitución Española establece (artículo 14, si mi memoria no es infiel) que «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Esto garantiza la igualdad de derechos, pero no hay los mismos derechos en lo lingüístico, en lo sanitario, en lo educativo, etc. y cuanto más competencias se van cediendo, más derechos comunes quedan trastocados.

      Y, en efecto, cuando hay algo gordo, AUTOMÁTICAMENTE se deberían poner en juego todos los recursos, las autonomías no sirven para nada en estos casos, como ha quedado demostrado ya tantas veces.

      Por cierto, eso de acercar el poder al ciudadano, también te digo que cuanto más cerca estén ambos, más fácil es que el poder sea corrompido sin tener que ir a Madrid siquiera. Las cosas que pasan en Ibiza, de las que hace años hablé algo, son un ejemplo. Verbigracia: el edil de Urbanismo del Ay Untamiento y el promotor de obras tomando el café juntos en el bar o invitando el uno al otro a una barbacoa en su chalet, muy mal asunto. Habría otros ejemplos.

      Saludos, tus intervenciones desde Bilbao (si es que no estás de vacaciones) siempre aportan.

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