Si quieren que les diga la verdad, los recuerdos que tiene G.U. de la
Barcelona de su más tierna infancia son en Blanco y Negro. Se parecen un
poco a los de las míticas fotografías de tantos buenos fotógrafos de la época,
como Catatà-Roca o
Miserachs, sin ir más lejos. Pero con la diferencia de que
ellos, aparte de imágenes más costumbristas, de «realismo social», solían buscar también contraluces rotundos, efectos de luz, cuidaban el encuadre y el
"instante decisivo", como decía Cartier-Bresson.
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Panel de fotografías de Barcelona, años cincuenta, de Francesc Català-Roca |
G.U no buscaba, obviamente,
nada de eso, todo lo recuerda sin color alguno, los edificios estaban sucios y
pardos, las escenas callejeras no le decían nada entonces. El único color que
recuerda es el de los anuncios luminosos cuando volvía al anochecer en tren
después de pasar el verano fuera y topaba con los de la
plaza Cataluña. Era emocionante aquello, aunque deprimente: a los tres días, al cole.
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Barcelona, plaza de Cataluña (años cincuenta) |
Está claro que no lo miraba de ese modo el acuarelista
Frederic Lloveras (Barcelona,
1912 - Tossa de Mar, 1983). Siempre le hemos agradecido sus acuarelas clásicas de una Barcelona que él veía así, vital y optimista; de una Barcelona que existió y ya no está. La ciudad nos la presenta con vida propia, muy vibrante, a pesar del horror de la guerra incivil recientemente acabada
(años cincuenta).
Las acuarelas del libro que presentamos las pintó todas por encargo de un
empresario apellidado Visa (el de la mítica loción Floid). Forman un conjunto
estupendo de unas cien obras, muy bien editado por el Ay Untamiento, a
pesar de que pensamos que se han pasado sobresaturando el color, pero quizá
así queda más turístico, no sabemos. En cualquier caso, es muy recomendable para
nostálgicos amantes de esta ciudad y también del difícil, aunque aparentemente sencillo, arte de la acuarela. Además, está bastante
bé de preu (19 €) para lo que es, no en vano lo editó el Ay Untamiento de Barça (2022).