La Arquitectura está de moda, apreciados lectores. No sé si han oído hablar de
la película The Brutalist. G.U., aunque no la ha visto, sí que ha leído
comentarios muy elogiosos por parte de críticos de cine, algunos habitualmente implacables. Claro que, de la crítica... uno ha aprendido a no fiarse un pelo; el vil metal afloja la mosca para entronizar películas, y más cuando se acercan los Óscar (y los Goya).
Cuando la veamos ya diremos esta boca es mía. Parece ser que la trama
sigue a un tal László Tóth, arquitecto judío húngaro que sobrevive al Holocausto y
emigra a los Estados Unidos. Se encuentra con muchas dificultades al principio, pero su
talento acaba por ser reconocido por un adinerado cliente y...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjb-E3snWwDL_UVDzjwV3JzmvPn4XHZHrggly_jN4z_UzMHmlj3jgGG_aoBP_u764l6XSHDpxt5k0jqpZnk5_FnxL0cShHiNQWg2i1JX7Ciat5lUfKy3jyhg2_-Iyz2Z7b9cmf3ynL_3qz_IvfRz9uQSUgjQbLcycjFeOOiq1i67TQ7T0-vYu9EUL5Gofem/s600/bauhaus_dessau_gropius.jpg) |
Walter Gropius, Edificio de la Bauhaus, en Dessau (1925-1926) |
Bien, no fue el único. Gropius, Mies van der Rohe y tantos
otros se trasladaron a EEUU (ojo al dato, otros —pocos— lo hicieron a Rusia) huyendo del nazismo, y exportaron el
espíritu de la Bauhaus, una escuela que albergaba mucho genio dentro. De hecho, Gropius fue su fundador y primer director y Mies el úlimo [su predecesor en el cargo, Meyer, es uno de los que marcharon a Moscú]. El caso es que en USA desarrollaron al máximo su talento; allí había pasta y ganas de demostrar al mundo quién era el p*** amo. De esto ya hablaremos cuando nos
quitemos la som de les orelles, como se dice por aquí.
De momento, vamos a remontarnos veintitantos siglos atrás, para hablar de un
sujeto llamado Vitruvio.
Su tratado, De Architectura, cubre una amplia gama de temas
relacionados con la arquitectura, incluyendo diseño de edificios, materiales,
construcción, acústica, y proporciones humanas. Hablando de proporciones,
quizá conozcan algo de él a través del dibujo «El hombre de Vitruvio», de
Leonardo da Vinci. Representa una figura masculina desnuda en dos posiciones
sobreimpresas de brazos y piernas, inscritas en una circunferencia y un
cuadrado.
|
Leonardo da Vinci, El hombre de Vitruvio, 1492
|
Quizá se pregunte alguno de ustedes ¿quién demonios era ese tal Vitruvio? Vamos a ello:
Se
estima que nació entre 80-70 a.C., en la antigua Roma. Vivió durante un período
de turbulencia política, en la transición de la Repúblia al Imperio. Combatió
bajo Julio César en Galia. De hecho, fue su arquitecto durante su juventud y, al
retirarse del servicio, entró en la arquitectura civil, siendo de este periodo
su única obra conocida, la basílica de Fanum (Italia). Es el autor del tratado
más antiguo sobre arquitectura que se conserva y el único de la Antigüedad
clásica, el ya citado De Architectura, en diez libros
(probablemente escrito entre los años 27 a. C. y 23 a. C.), inspirada en
teóricos helenísticos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjar1AiripDVQZa5jJQa56o7KOiG1uUri4CmRDE8ozwcrJ1sQJO5Facz-2kHV2d-_IwiUwCcNbubuN9FjHQHvUStxtmYgjatSkATuxTuW31UZVzgQ1mBid_CZwz9vbDeJHkiyA-SKT1kCTLuqwJH-Ga1bQRtj2Eth-jvhlhIx2eRmUCZAslHaICeF1y0Dbm/s600/vitruvio_diez_libros_arquitectura.jpg) |
Vitruvio y su libro De Architectura |
Según Vitruvio, y no será G.U. quien le quite la razón, para que la
arquitectura produzca resultados aceptables debería seguir los principios
establecidos en su tríada «venustas, firmitas et utilitas», esto es, belleza,
solidez y utilidad. Allí es nada.
Y en la obra antes citada añade cómo debe ser el arquitecto:
«
Et ut literatus sit, peritus graphidos, eruditus geometria, historias complures nouerit, philosophos diligenter audierit, musicam scierit, medicinae non sit ignarus, responsa iurisconsultorum nouerit, astrologiam caelique rationes cognitas habeat – haec omnia faciunt virum vere eruditum et polyhistorem».
Lo que «en roman paladino» viene a decir, más o menos:
«Que debe saber escribir correctamente, ha de ser experto en dibujo y sabio en geometría, que debe conocer muchas historias y sucedidos, que ha de escuchar atentamente a los filósofos, que ha de conocer la música y algo de medicina, así como leyes, y desde luego ha de saber leer en los astros y estar familiarizado con el sistema celeste: todas estas cosas hacen que un hombre sea verdaderamente erudito y polímata».
Pues estamos apañados. G.U. cumple a rajatabla muy pocas de esas condiciones del arquitecto que demandaba Vitruvio, y a juzgar por los edificios que vemos por aquí, no es el único. Solo conoce a uno que las cumpla más o menos. Sabemos que la película citada al principio él no la verá nunca, porque no suele ver ninguna. Por suerte, Vitruvio no exigía que se fuera buen conocedor del Séptimo Arte...
Veremos si las dimensiones son tan colosales. G.U. no va ahora al cine. Esperará a Movistar (tardará).