jueves, 24 de abril de 2025

Cuando nuestro Presidente se retiró a reflexionar

Ya saben que aquí nos gusta celebrar efemérides. Hoy se cumple un año del día en que Pedro Sánchez dijo «A pesar de todo, sigo creyendo en la justicia». Fue el 24 de abril de 2024 durante una sesión de control en el Congreso de los Diputados, en respuesta a una pregunta del portavoz de ERC, el ínclito Gabriel Rufián, tras conocerse la apertura de diligencias judiciales contra su esposa, Begoña Gómez.
Pedro Sánchez y Begoña Díaz pasean por los jardines de la Moncloa durante un romántico atardecer
[Tomás Serrano / granuribe50 (25/4/2024)]
Acto seguido, escribió una sentida «Carta a la Ciudadanía». En ella nos confesó, a través de Twitter (X), que «estoy profundamente enamorado de mi mujer» (sic). Y se retiró a meditar su futuro durante unas interminables jornadas, «más largas que un día sin pan», paseando al atardecer por los jardines de la Moncloa, cual escena de Lo que el viento se llevó, con la inolvidable Vivian Leigh en el papel de Scarlett O´Hara. Había diferencias: no estaba solo sino en compañía de Bego y nunca pasaron hambre.


Entre tanto, dejó en suspenso si seguiría o no de presidente del Gobierno. Esa amenaza-chantaje, poco creíble para G.U —que conoce bien su apego al sillón—, inquietó a muchos, muchas y muches, porque en la calle hacía todavía frío a finales de abril y no era cosa de quedarse sin nada, al raso y en la calle. Por eso salieron en tromba clamando ¡Pedro, quédate, Pedro, quédate, te necesitamos, Pedro!
Maria Jesus Montero (vicepresidenta del Gobierno) y Patxi López enardecen a la masa en la puerta de Ferraz
[Fotografía: AP/Andrea Comas/granuribe50 (27/4/2024)]
Pero no inquietarse: para bien de todos, todas y todes... ¡decidió seguir! Dentro vídeo:


Durante esos días se gestaron términos tales como «fachosfera», «máquina del fango», «bulos», «pseudomedios», etc. y se inició una enérgica ofensiva contra la credibilidad del Poder Judicial.
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Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado. Buenas noches.

miércoles, 23 de abril de 2025

Sobre el «Día del Libro» (¿o de la rosa?)

Ahora que no nos lee nadie, G.U. les confiesa una cosa que guardaba en secreto: no le motiva nada esta masificada jornada. Antes se llamaba «Día del Libro» y ahora no se sabe, ¿«Día de la Rosa», que ahora es la protagonista? Es un día en que apenas sale de su casa, aunque los libros sean más baratos.

¿Cuántos leen los libros que compran? ¿Les gustan? Tampoco se sabe. Y luego está la prensa y «su manía por los rankings y los números: no entiendo esa obsesión de la prensa por hablar de los libros más vendidos, como si el dato numérico contuviera alguna verdad de la buena. Si fuese así, McDonald's sería el mejor restaurante del mundo, y que se quite la dichosa Guía Michelin» (Lluís Bosch, sic). Y eso por no hablar también de que se le dé más importancia al número de rosas vendidas que de libros.
Viñeta de JL Martín (La Vanguardia, 23/04/2025)
En cuanto a los novelistas, a pocos de ellos les agrada ir a firmar libros a las ferias, algo que suele ser una exigencia sine qua non de los editores para publicarte. Escribir una novela, aunque luego resulte fallida, tiene que ser muy difícil, un proceso solitario poblado de dudas e incertidumbres de todo tipo. Son jornadas que ellos nos las suelen explicar a base de lugares comunes del estilo de: «Me encanta porque ese día tengo un contacto real con mis lectores», aunque muchos mienten como bellacos.

¿Contacto real con los lectores? Esa frase quizá sea cierta cuando sabes que acudirá alguien a tu stand. Cuando no va casi nadie, es imaginable el suplicio (y el agravio comparativo) de soportar la presencia triunfante en la caseta contigua de un escritor/a de best sellers (que pertenece a la escudería de una gran editorial) o de un advenedizo sujeto que presenta su libro (escrito quizá por un 'negro'), con centenares de fans berreantes esperando a que se lo firme ese tipo. Este es el momento estelar de los influencers y famosillos que publican libro. Juanjo Millás lo explicaba así en La siguiente, en EL PAÍS:

«Cuando un cocinero se hace famoso, escribe un libro. Cuando un deportista se hace famoso, escribe un libro. Cuando un criminal se hace famoso, escribe un libro. Cuando un alpinista se hace famoso, escribe un libro. Cuando un actor se hace famoso, escribe un libro. Cuando un locutor de televisión se hace famoso, escribe un libro. Cuando un cantante se hace famoso, escribe un libro. Cuando un político se hace famoso, escribe un libro. Cuando un millonario se hace famoso, escribe un libro. Cuando un corrupto se hace famoso, escribe un libro. Cuando un expresidiario se hace famoso, escribe un libro. Cuando un youtuber se hace famoso, escribe un libro. Cuando un torero se hace famoso, escribe un libro. Cuando un famoso se vuelve más famoso, escribe otro libro.
El youtuber Wismichu se dispone a firmar su libro
Y así de forma sucesiva. Todos los caminos conducen al libro. Sin embargo, cuando un escritor escribe un libro no puede hacerse cocinero ni deportista ni actor ni político. Cuando un escritor escribe un libro, se pone a pensar en el siguiente, que quizá le salga o quizá no. A lo mejor le sale, y lo publica y la editorial le invita a firmar ejemplares en una feria del libro a la que el escritor acude ingenuamente para comprobar que quienes de verdad firman son los alpinistas, los expresidarios, los actores, los youtubers... Viene a ser, piensa, como si en un congreso sobre la salud tuvieran más éxito los curanderos que los médicos. 

Claro que todo el mundo tiene derecho a escribir libros, y a establecerse como curandero, incluso a escribir libros sobre la curandería. Pero un congreso de oncólogos debería ser un congreso de oncólogos. El escritor decide no acudir en el futuro a ninguna feria. Pero el miedo a ser tachado de envidioso le conducirá a la siguiente».

Sobre el papa Francisco y viajar a Roma

Fotografía: Reuters live; Vicenzo Pinto (AFP)
Como quizá sepan ustedes, el lunes falleció el papa Francisco. A G.U. le ha dado mucha lástima verlo tres día atrás echando el penúltimo suspiro al intentar dirigir su mensaje a los presentes en la plaza de San Pedro. Entre eso y recibir a ese desagradable sujeto, vicepresidente de EEUU, debió de quedar bien agotado. Esperemos que, al menos, tuviera energía para decirle siete palabras sobre el maltrato de su sheriff a los inmigrantes y deportados. A ver a quién ponen ahora. Debe de haber bofetadas por los pasillos del Vaticano, a donde ya van llegando los cardenales votantes y los no votantes.

Bien, muchos visitaron al papa Francisco en este último año. La visitó nuestra Yoli, la «dama roja» (?). Tan grande fue la sintonía entre el papa (a quien se ha tildado de «comunista») y nuestra sonriente vicepresidenta, que ésta le obsequió con un documento (que lleva su propio autógrafo) acerca de la vida de la santa luxemburguesa Yolanda Von Vianden, su tocaya, con la que guarda cierto parecido. 
[Composición infográfica: @xCAJALx / granuribe50]
No, Yolanda von Vianden no es una futbolista del Barça femenino, como no lo era Rogier van der Weyden del masculino ni, por supuesto, la canciller europea Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, antigua ministra de Defensa de Alemania y gran promotora del rearme.

Esta última visitó hace poco al papa Francisco y tuvo el detalle de regalarle un libro de la Bauhaus (ya saben nuestros seguidores, la escuela de diseño alemana cerrada por los nazis en 1933), de Editorial Taschen. No sabemos si hizo mucho caso de ese obsequio el Pontífice, quizá ignorante de qué era eso de Bauhaus, si un almacén para amantes del bricolage o qué. G.U. tiene hace años ese buen libro y es bastante asequible, le costó en su día 30€, ahora será más. En fin, con eso del rearme, quizá Europa tiene que evitar dispendios excesivos en otras materias, como pueda ser el capítulo obsequios diversos.
[granuribe50]
Roma se está llenando estos días. Si tienen ustedes previsto acudir, vayan reservando alojamiento, si no quieren plantar la tienda de campaña en la plaza de San Pedro. En cualquier caso, tomen nota de un comentario de F.C.: «Sea uno creyente o no, practicante o no de una religión detereminada, el caso es que nadie puede negar la belleza del arte sacro, en la música, en las artes plásticas, en la arquitectura. Creo a que todos nos impresiona la solemnidad de ciertas fechas. Ahora tendremos ocasión de comprobarlo con motivo del fallecimiento del Santo Padre, veremos mil veces imágenes de la basílica de San Pedro del Vaticano, de la Capilla Sixtina, oiremos música sacra de la mejor calidad y me parece que nadie podrá sustraerse a tanta belleza». Pues eso.

Entre tanto, y por si acaso deciden ir allí, les mandamos una miniguía turística con unas cuantas diapositivas del Vaticano y de los lugares imprescindibles que deben visitar. Las tomó en su día G.U.
El Vaticano, Baldaquino de Bernini y cúpula de Miguel Ángel
[granuribe50]
La plaza de San Pedro, con las columnatas de Bernini, la fachada de Maderno y la cúpula de Miguel Ángel
[graunribe50]
[Imágenes tomadas por granuribe50, extraídas de su web Viajar a Roma, de 2005, elaborada como trabajo en un curset]

En fin, unos piensan que hizo demasiado, otros que hizo demasiado poco, otros que no hizo nada de nada en temas muy sensibles, mientras que a otros les es indiferente todo este ruido. Depende de cómo cada uno entienda el asunto. G.U. se queda con que parecía un tipo humilde que intentó quitarle boato a la Iglesia, acercarla al espíritu de los evangelios (algo que no debe de ser nada fácil, porque es una engrasada maquinaria con siglos de funcionamiento) y llevarla allí donde tiene menos presencia.

domingo, 20 de abril de 2025

Celebrando el Domingo de Gloria

Marco Uccellini, Aria sopra la Bergamasca / Musica Glorifica, dirigida por Jin Kim

Solemos celebrar en el blog este día con algún fragmento del Mesías, de Händel, pero ya está un poco visto, porque los hemos puesto aquí ya varias veces. Así que optamos por otra cosa que nos agrada.

G.U. no es que sea muy practicante que digamos, pero estos días son especiales para él. Siempre nos recuerda que, cuando era zagal, el Domingo de Gloria la gente del barrio salía a las terrazas a golpear con ollas, tapas y sartenes, festejando el día. Una «cacerolada» avant la lettre. Nunca más ha vuelto a ver aquello. Pues bien, hoy ponemos una alegre música de Marco Ucellini que siempre nos ha gustado mucho y que nos pone de buen talante (se completará dentro de un rato con unos canelons).
Como pueden ver, la Catedral Anglicana de Seúl, lugar donde se celebraba este concierto, aunque date de 1922 tiene una estructura de tipo bizantino o románico, coronada con un ábside con mosaicos en el que aparece representado el Pantocrátor.

[Del griego Pantokrator, "Todopoderoso"), que es una representación icónica de Jesucristo en el arte cristiano, sobre todo en el bizantino y románico. Se le muestra como juez y soberano del universo, generalmente sentado en un trono, con una expresión majestuosa y serena. Suele sostener un libro (las Escrituras) en la mano izquierda (abierto para indicar que no se ha realizado el Juicio Final) y bendice con la derecha].

sábado, 19 de abril de 2025

Van der Weyden no es un futbolista holandés del Barça

Sala 058 del Museo del Prado, la del Descendimiento de Rogier Van der Weyden
El descendimiento de la cruz de Cristo, según los evangelios, ocurrió el Viernes Santo, el mismo día de su crucifixión, al atardecer. Tras morir Jesucristo, su cuerpo fue bajado del madero por sus seguidores y enterrado en la tumba que un rico comerciante judío, José de Arimatea, reservaba para sí.
 Rogier de van der Weyden, Descendimiento de la cruz (~1443), Museo del Prado (Madrid)
Este Descendimiento de la Cruz, de Rogier de van der Weyden —que no era un futbolista holandés del Barça, ojo al dato— es una de las obras del Museo del Prado que más impactan a G.U. Si van por allí, aparte de asomarse a la galería 10B para ver el Cristo crucificado de Velázquez, no dejen ustedes de pasarse por la sala 058. G.U. ya lo ha hecho, como se puede apreciar en la imagen superior.

En esta pintura están representados diez personajes, a saber:
  • Jesús Crucificado: El cuerpo de Cristo, ya muerto, es el centro de la composición, es bajado de la cruz.
  • Virgen María: Representada en profundo dolor, sostenida por otro personaje, mostrando su sufrimiento maternal.
  • San Juan Evangelista: Generalmente identificado como el hombre que sostiene a la Virgen, con una expresión de tristeza.
  • María Magdalena: Reconocible por su gesto de llanto y su posición, con las manos entrelazadas. 
  • José de Arimatea: Uno de los hombres —un tipo venerable— que ayuda a bajar el cuerpo de Cristo.
  • Nicodemo: Otro hombre que asiste en el descendimiento, colaborando en la tarea de bajar el cuerpo.
  • María Cleofás y María Salomé: Otras mujeres presentes, que aparecenen actitud de duelo, acompañando a la Virgen.
  • Ayudante: ha ayudado a bajar a Jesús de la cruz.
  • Personaje no identificado: Está situado entre José de Arimatea y María Magdalena.
Fuente: labalsadelanostromo

viernes, 18 de abril de 2025

Vienes Santo, el Cristo crucificado y Velázquez

Diego Velázquez, Cristo crucificado (1632), Museo del Prado
Hoy es Viernes Santo y este es el Cristo crucificado que más le gusta a G.U. El de Velázquez en el Museo del Prado, un pintor en el que uno es «experto» (un secreto a voces), como acredita la titulación adjunta obtenida en un curset manifiestamente mejorable y de exiguo nivel de exigencia. Pero, ojo al dato, salvo el apodo —GU—, no es un fake (como otros títulos que lucen por ahí algunos y algunas...).
No corren buenos tiempos para la enseñanza (hace mucho tiempo de eso). Tiene su mérito la pobre profesora (situada a la derecha de la imagen y medio tapada por la zamarra del copista chino) que trata de explicar a los zagales la esencia de esa pintura, lo que representa y quién era Velázquez.
El Cristo de Velázquez, en el Museo del Prado, copiado por un artista chino, en presencia de un grupo de zagales 
Hay muchas otras pinturas que representan ese momento. Zurbarán, Dalí y Murillo, entre otros...
El Cristo en la cruz en versión de Francisco de Zurbarán, Salvador Dalí y Bartolomé Esteban Murillo

miércoles, 16 de abril de 2025

Cosas que hacer en Semana Santa

[Viñetas de Forges, ni que decir tiene...]
Aparte de estas tres actividades que proponía el gran Forges, al que seguimos echando en falta, G.U. y doña Perpetua se han propuesto organizar adecuadamente los libros de su casa, por temas, géneros, autores, qué se yo. Están manga por hombro y habrá que deshacerse de algunos (que ya no caben).

lunes, 14 de abril de 2025

«¿En qué momento se había jodido el Perú?»

Eso preguntaba Vargas Llosa en el primer párrafo de su novela Conversación en La Catedral, la primera de él que leyó G.U., allá por 1970, en los comienzos de lo que se etiquetó como «boom sudamericano». En aquellos años, bastantes de esos novelistas recalaron en Barcelona, vigilados por la agente literaria Carmen Balcells. Cuando empezó el pujolismo... todos ellos marcharon con la música a otra parte.

Después leyó varias más y quizá la que más le impactó fue La ciudad y los perros. Un escritor como la copa de un pino, con sus luces y sus sombras ¿y quién no? Hoy se nos ha ido y bien que lo siente este bloguero. DEP, Mario Vargas Llosa. [Por cierto, el 14 de abril de 2020 falleció Santi. Cinco años ya. Un día lúgubre en el seno de la familia de G.U., en especial para Nievitas (su esposa) y sus hijos. DEP].
Mario Vargas Llosa, Conversación en La Catedral, Seix Barral, 1969
Mario Vargas Llosa, Conversación en La Catedral (primer párrafo), Seix Barral, 1969

En su discurso de recepción del Nobel (2010) hacía un encendido elogio de la lectura:

«Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Casi setenta años después recuerdo con nitidez cómo esa magia, traducir las palabras de los libros en imágenes, enriqueció mi vida, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio». [...]

Más adelante, dedicaba unas frases a su estancia en la Barcelona de los primeros setenta:

«De todos los años que he vivido en suelo español, recuerdo con fulgor los cinco que pasé en la querida Barcelona a comienzos de los años setenta. La dictadura de Franco estaba todavía en pie y aún fusilaba, pero era ya un fósil en hilachas, y, sobre todo en el campo de la cultura, incapaz de mantener los controles de antaño. Se abrían rendijas y resquicios que la censura no alcanzaba a parchar y por ellas la sociedad española absorbía nuevas ideas, libros, corrientes de pensamiento y valores y formas artísticas hasta entonces prohibidos por subversivos. Ninguna ciudad aprovechó tanto y mejor que Barcelona este comienzo de apertura ni vivió una efervescencia semejante en todos los campos de las ideas y la creación. Se convirtió en la capital cultural de España, el lugar donde había que estar para respirar el anticipo de la libertad que se vendría. Y, en cierto modo, fue también la capital cultural de América Latina por la cantidad de pintores, escritores, editores y artistas procedentes de los países latinoamericanos que allí se instalaron, o iban y venían a Barcelona, porque era donde había que estar si uno quería ser un poeta, novelista, pintor o compositor de nuestro tiempo». [...]

Y añadía más adelante, el párrafo que le condenaría para siempre como «facha» entre el procesismo catalán:

«Detesto toda forma de nacionalismo, ideología –o, más bien, religión– provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas, pues convierte en valor supremo, en privilegio moral y ontológico, la circunstancia fortuita del lugar de nacimiento».[...]

domingo, 13 de abril de 2025

El Domingo de Ramos y Giotto

Giotto, Padua, Capilla Scrovegni (~1304)
Hay quien sitúa a Giotto di Bondone (1267-1337) dentro de la pintura gótica. No sé, no sé, esto de las etiquetas... Pero parece ser que fue el primero en abandonar la forma de representación tradicional de la Edad Media, redescubriendo el arte de crear la ilusión de la profundidad sobre una superficie plana. Sería, pues, un precursor del Renacimiento. Sus frescos eran muy realistas en su tiempo, al dotar de expresión a los personajes y situarlos ante un paisaje, en lugar del fondo dorado habitual.

Y esa senda la siguieron todos los demás. Un consejo se permite darles G.U.: si van por Padua, no duden en visitar la capilla de los Scrovegni. Allí está esta imagen que evoca la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, que hoy conmemora el cristianismo. Y muchas otras, aquello es una maravilla. Se añaden a la fiesta, Pietro Lorenzetti y Fra Angélico, que representan esa escena de manera similar.
Pietro Lorenzetti, Basílica de San Francisco de Asís (~1320)
Fra Angelico, Florencia, Museo Nacional de San Marcos (~1450)

viernes, 11 de abril de 2025

Sobre Florence Delay y las «Santas de Zurbarán»

[Dedicado a F.C.]
Zurbarán, Bodegón con limones, naranjas y rosa / Museo del Prado
Que Francisco de Zurbarán es uno de los pintores favoritos de G.U., junto con su coetáneo y casi paisano Velázquez, es un secreto a voces. Es el autor (él o gente de su taller, en el que trabajaba una decena ayudantes) de maravillosos "bodegones". Esta palabra es la que etiqueta, de modo un tanto prosaico, todo cuadro que represente objetos y alimentos diversos situados encima de una mesa. "Naturalezas muertas", se los llama también en español o still life en inglés, que queda algo más fino.
1) San Francisco de Asís 2) Fray Francisco Zumel 3) San Andrés 4) San Pedro Tomás
También conocemos bien a sus frailes y santos, tan austeros, como los que se exponen en el MNAC estos días. En el Museo de Bellas Artes de Sevilla no hay ningún bodegón de Zurbarán. No es raro, se conservan muy pocos. Sí hay varios frailes y santos. También en el Museo del Prado. 
Francisco de Zurbarán, Las tentaciones de san Jerónimo (1638) / Monasterio de Guadalupe
Y en el monasterio de Guadalupe, algunas tentaciones de San Jerónimo. Nos gustan mucho esas imágenes, la verdad. Por ejemplo, ésta que representa la visión tentadora de «los placeres de Roma», con el contraste entre el atribulado Jerónimo y la sosegada belleza de tan tentadoras damas.
Florence Delay, autora de Alta costura (Ed. Acantilado, 2019)
Pero lo que impactó a Florence Delay en el museo de Bellas Artes de Sevilla la primera vez que estuvo allí fueron las santas y mártires. Hay ocho, al menos. Algunas están retratadas con los instrumentos con que fueron torturadas y todas ellas visten unos ropajes espléndidos, muy elegantes. Si no fuera por esos siniestros aparatos, casi le pareció un desfile de alta costura, a la manera del Cristóbal Balenciaga de sus comienzos, cuando sus vestidos entusiasmaron a las mujeres aristócratas y de la realeza que pululaban por el San Sebastián de los años veinte.
1) Casilda de Toledo 2) Rufina 3) Isabel de Portugal
Le impactó mucho eso y se decidió a viajar en busca de otros museos donde hubiera más pinturas con ese tema. Estamos hablando de las llamadas "Santas de Zurbarán". Y la verdad es que hay bastantes (algunas en diferentes versiones), al menos diecisiete, repartidas por esos mundos de Dios. Y de ahí salió este libro Alta costura (Ed. Acantilado). Precioso. En én nos habla mucho de Zurbarán y de la secreta relación entre la compleja vida de esas mujeres y la majestuosa indumentaria que lucen en los cuadros, que describe con detalle, como en el caso de Santa Casilda de Toledo (patrona de Briviesca), que es la que figura en la portada de su libro:

«De pie y de tres cuartos, vuelve hacia nosotros un rostro grave y delicado, pero lo que primero atrae son los pliegues de su vestido de seda color coral con un galón dorado bordado, recargado con brocados y brocateles —con motivos de alcachofas, orlas, piñas, color ceniza y canela—. La santa lo está levantando con la punta de los dedos como si fuera algo ligero. El vestido que lleva debajo, del que una manga, desde el codo a la muñeca, surge de la sobremanga sujeta con una joya, es rojo. Abajo asoma un mocasín negro. De la parte de atrás del vestido prende un gran lazo de tafetán gris ahuecado que cae hasta el suelo. Una abundante cabellera negra la cubre hasta la cintura, tan abundante que una parte está sujeta por una cinta roja y un collar de perlas». [...]
1) Lucía de Siracusa 2) Emerenciana 3) Águeda de Catania 
Florence Delay llama la atención sobre el hecho paradójico de que estas jóvenes aparezcan con joyas y  vestidos de gran riqueza, lujo y variedad, casi en un despliegue de la moda más elegante de su tiempo. Hay que recordar que el padre de Zurbarán era mercader de paños y telas y que, por tanto, el pintor estaba familiarizado con los más espléndidos y fastuosos tejidos e indumentaria. Ni que decir tiene que en su tiempo estas obras fueron criticadas por ciertos sectores de la Iglesia, al considerar inapropiado vestir a las santas mártires con trajes tan lujosos, en lugar con los sencillos ropajes que solían utilizar. 
1) Eulalia de Mérida 2) Catalina de Alejandría 3) Apolonia
En fin, un libro que está muy bien. Nos incitó a su lectura F.C., y G.U. le está muy agradecido porque llega en el momento justo, reciente nuestra entrada sobre Zurbarán. Sin embargo, ya saben que uno no suele recomendar libros así en abstracto, a un "auditorio" indeterminado; por tanto, se limita a decirles que nos ha interesado mucho, pues está escrito de una manera informada, elegante y amena.

[Hay un total de diecisiete santas, de las cuales las tres primeras que exponemos (Casilda, Rufina e Isabel de Portugal) está acreditado que son de factura única de Zurbarán. Entre el resto hay de todo, propias o de su taller, pero todas —buenas o no tan buenas— se caracterizan por esas vestimentas tan trabajadas, con las figuras de las santas contrastadas sobre un fondo neutro y oscuro. Esos aspectos, junto con detalles sobre sus vidas, sobre el propio Francisco de Zurbarán y un homenaje al modisto de Guetaria, Cristóbal Balenciaga (que encontró cierta inspiración en esas pinturas), componen esta breve obra de la señora Delay, Alta costura; tiene solamente 83 páginas y no hay "estampas"].

martes, 8 de abril de 2025

Esta maldita espalda...

«La fisio habla mientras deshace los nudos de mis músculos. Tengo nudos aquí y allá, además, claro, del nudo en la garganta, que ha devenido crónico. Dice la fisio que habría que llevar al cuidado del cuerpo la cultura de mantenimiento que tenemos respecto a la puesta a punto del coche o de la caldera de gas.
 
Todo el mundo —añade— sabe cuándo cambiar el aceite a su automóvil, pero la gente viene a verme cuando lleva dos meses sin que nadie le haya echado un ojo a su espalda. A la gente le duele la espalda por falta de mantenimiento. Y creo que es la primera causa de baja laboral.
[Medicinas varias: paracetamol, ibuprofeno, alprazolam, arcoxia...]
Estoy de acuerdo. Sólo acudimos al médico cuando estamos enfermos y al psicólogo cuando escuchamos voces. La prevención no entra en nuestras mentes porque vamos de cabeza. Me duele un poco aquí, pero voy tirando, voy aguantando, me trago un ibuprofeno o dos, quizá un paracetamol, también un ansiolítico. Y con toda esa carga medicamentosa me meto en el metro para no faltar al trabajo. No tomo una decisión seria respecto a mi salud hasta que me rompo.
En el metro hay de todo
Gente rota y gente con tres brazos, dos para ocultar el llanto y el otro protege la cartera
El metro está lleno de gente rota: no hay más que mirar las expresiones de sus rostros. El mundo, en general, está roto. Hay gente muy poderosa rompiéndolo, haciéndolo añicos. Donald Trump es en sí mismo una empresa de demoliciones. No para de romper. ¿Cómo me voy a preocupar por mi tobillo cuando la realidad está hecha añicos?
[Trump y su amigo Musk a bordo de un Tesla]

En cambio, si la nevera hace un ruido raro, llamo corriendo al técnico, no vaya a perder la fortuna invertida en productos congelados. Tememos los cortes de luz no porque nos impidan leer a Unamuno (pobre Unamuno, al que ya nadie lee pese al empeño que puso en escribirnos), sino por miedo a que se rompa la cadena de frío. La cadena de frío es uno de los grandes inventos de la humanidad. Interpreto, en fin, mejor los ruidos de mis electrodomésticos que los de mis intestinos.

Tienes aquí una contractura de caballo — se queja ahora la fisio al tiempo de internarse en la región lumbar.
[En la cabina de masaje]
Llego a casa con ganas de meterme en la cama, pero en casa siempre hay que arreglar algo: una persiana que no cierra, un enchufe que se ha desprendido de la pared, una cerradura atascada, un radiador de la calefacción que gotea... Por un momento, me parece que todo gotea, que todo hace agua. A ver si localizo a un fontanero.» 

Tomado de Juan José Millás, Todo gotea, Diario de Ibiza (12/2/2025)

jueves, 3 de abril de 2025

Sobre «Zurbarán (sobre) natural» en Barcelona

Velázquez versus Zurbarán (don monstruos)
¡Qué gran cumbre de la pintura sería Zurbarán (1598-1664) si no se le hubiera ocurrido nacer solo diez meses antes que el gran Velázquez, y fallecer solo cuatro años después! Y, ¡qué gran exposición sería juntar a ambos dos en una! (las ha  habido, pero es más costoso montarlas). Dos productos de la Escuela sevillana del XVII: equilibrio, serenidad y austeridad. Ambos sintieron atracción por el realismo naturalista y el claroscuro de Caravaggio (que había muerto cuando ambos contaban aún diez años), pero llevó cada uno su camino. El de Zurbarán, más espiritual, y Velázquez, que se afincó en la Corte.
Cartel de la exposición Zurbarán (sobre) natural, en el MNAC
[Del 21 de marzo al 29 de junio de 2025]
Pero no teníamos noticia de esta exposición de Zurbarán en el MNAC, de Barcelona, si no fuera porque Miquel Cartisano nos habló de ella en su blog. No se le ocurrió otra cosa, según nos contaba, que ir a Montjuïc un domingo, con partido del Barça, carrera de bicicletas y museo gratis total para todos, todas y todes. Pero, a pesar de todo eso, le valió la pena.

Les informamos de que la exposición no tiene de Zurbarán más que unas pocas obras religiosas, dos bodegones, alguna pintura realizada en su poblado taller o por sus discípulos (tuvo muchos) y unas obras actuales (los autores son los de la imagen superior) que "no tocan pito" aquí. Pero es lo que se lleva en los museos actuales, buscar paralelismos, la "tranversalidad", todo eso. Respecto a Velázquez, "ni está ni se lo espera". Aun así, allí nos dirigimos anteayer. «Zurbarán bien valía una misa».
Entrada al MNAC / [granuribe50 (1/4/2025)]
Si no son de aquí, no sigan hacia al frente: las exposiciones temporales están en un oscuro espacio residual al que se accede bajando unas escaleras a mano izquierda. Iría bien llevar linterna para no tropezar y para leer bien los letreros, además de buenas gafas, porque las salas son muy oscuras. Son esas cosas de la «sostenibilidad», se gasta menos luz y no se estropean los cuadros. Pero lo cierto es que al "tenebrismo" de Zurbarán (y de algún otro de los artistas invitados) ya le va bien eso.
Francisco de Zurbarán, San Francisco de Asís según la visión del papa Nicolás V
(Lyon, Boston y MNAC) / [granuribe50 (1/4/2025)]
El papa Nicolás V descendió en 1449 al lugar de la basílica de San Francisco de Asís donde se hallaban los restos de san Francisco, para venerar sus estigmas. Allí tuvo una visión del cuerpo incorrupto del santo. Eso es lo que pinta Zurbarán, en el de la derecha (1635). Se guarda en el MNAC pero no se expone. Los otros dos, G.U. no sabe bien si son copias hechas por el propio Zurbarán o por discípulos; en cualquier caso, cambiaron el fondo, dándole más aire por arriba y modificando la sombra arrojada. Una viene de Lyon y otra de Boston. La presentación del conjunto pretende evocar una cripta.
Zurbarán, Bodegón con cacharros (1650)
[Museo del Prado/ MNAC] / [granuribe50 (1/4/2025)]
Una serie de recipientes, metálicos y de barro, están dispuestos sobre un alféizar. El otro protagonista es la luz, que hace aparecer los objetos de la negrura del fondo, modela los volúmenes y contrasta sus colores. Una composición pictórica que respira serenidad y silencio, donde el tiempo está detenido. Hay dos versiones, la de la izquierda en el Museo del Prado, la de la derecha en el MNAC. «Están pintados con luz diferente, el de la derecha está pintado más al atardecer, las sombras son más apreciadas, el de la izquierda tiene más brillo» (M.C.dixit). Además, el tercer cacharro tiene una separación diferente. Esta es una buena oportunidad para ver ambas juntas en Barcelona, algo que no ocurría desde 1988.
Zurbarán, Bodegón con cacharros (1650) / MNAC (colección permanente)
[granuribe50 (1/4/2025)]
¡Qué gusto da ver las grandes obras pictóricas con su marco, no como en las fotos de los libros!
Actividad interactiva para invidentes con los cacharros del bodegón / [granuribe50 (1/4/2025)]
Zurbarán, San Francisco en oración / Museo del Prado
[granuribe50 (1/4/2025)]
Hay también varias vírgenes y santos, además de algunas obras (pocas) que no son de Zurbarán.
Zurbarán, Naturaleza muerta con membrillos / MNAC
[granuribe50 (31/3/2018)]
Zurbarán, Bodegón con limones, naranjas y rosa / Museo del Prado

[Este bodegón, uno de los favoritos de G.U., no figura en la exposición. No se lleven a engaño].



Vamos con los artistas invitados a este asunto. Hay una obra de Tàpies, de Hernández Pijoan, de Guinovart, pinturas ya conocidas, y de otros artistas que G.U. no conoce. Además, una buena fotografía con membrillos pochos, de Tony Catany, muy en su estilo, evocando los membrillos de Zurbarán.
Toni Catany, Natura morta 148 (1988) / MNAC
Bien, a lo que sigue le damos de comer aparte: Eulàlia Valldosera compartió clases de pintura (en la academia de August Rosell, un olvidado) con doña Perpetua, a la sazón profesora en Vilafranca del Penedés. Ambas querían aprender. Eulàlia tenía 14 años, era muy calladita y pintaba unos bodegones preciosos. Pasó el tiempo y a base de bodegones es difícil labrarse camino, por lo que hizo cosas raras muy diversas, mucho más rentables, acompañadas de abundante palabrería, y así le ha ido superbien. 

Podemos leer en su web: «Mi obra artística se ha articulado en torno al fenómeno lumínico, y sigo enfocada en este fenómeno perceptivo (que en su aspecto físico penetra al anímico) aunque ahora vea con los ojos cerrados y capte voces de otras dimensiones. Vivo un cambio de paradigma.» Etc.
Eulàlia Valldosera, María (a Francisco Zurbarán) / Pared en la que se proyecta el montaje
 [granuribe50 (1/4/2025)]
Aquí hace un montaje con proyectores de diapositivas (sin diapositivas, solo emiten luz), cacharros de cerámica y botes de limpieza (Vim, Cif, etc). Uno de éstos proyecta una sombra sobre la pared que pretende evocar la silueta de una virgen, como las que pintó Zurbarán. Doña Perpetua no ha perdido ocasión de que G.U. la retratara proyectada también en la pared. Se ve su sombra a la izquierda.
Órgano en la Sala Oval del MNAC / [granuribe50 (1/4/2025)]
No queríamos irnos sin visitar la Sala Oval, aquella que casi echa a perder la arquitecta Gae Aulenti con su restauración, poniéndole unas graditas y tontunas así. Muy mal. Por lo menos, respetó el órgano...
Barcelona, salida del MNAC / [granuribe50 (1/4/2025)]
A la salida, cientos de turistas y más turistas, cientos de estudiantes y mas estudiantes, llegados todos en el Bus Turístico y en autocares, que se apostan alli a ver Barcelona, mientras un sujeto rasguea una guitarrita con temas de Paco de Lucía. Por suerte, no entran en el edificio. En fin, salimos encantados, aunque nos sabe a poco. A ver si montan una más grande (¡y también con Velázquez!), aunque justo es decir que el MNAC expuso obras del Renacimiento y Barroco español de sus propios fondos en marzo de 2018, como quedó explicado por G.U. en la entrada Renacimiento y Barroco en el MNAC.