En primer lugar, queremos proclamar aquí nuestro profundo descontento con lo
de la vía libre a la ampliación del aeropuerto del Prat, no por esperada menos
dolorosa. Será el aeropuerto «más verde y más sostenible de Europa, fruto de la necesaria transición ecológica a un mundo más habitable, más justo y más productivo, un asunto de interés general». Así lo venderán. No les crean (lo de "más productivo", quizás sí, ya se irá viendo). Pero... ¡superaremos a Madrit! Los intereses económicos, con frecuencia oscuros, privan siempre sobre todo lo demás, y los políticos son cómplices a su servicio, lleven la camiseta que lleven. Algunos (pocos) se oponen con la boquita pequeña, pero no deja de ser postureo. A G.U., porque se baja en la próxima y ya apenas le afectará en toda su magnitud este atentado, pero ya se lo encontrarán los que se apearán mas tarde. |
Cambio de tercio a algo más humanístico. Quizá habrá pensado alguno de ustedes que, desde que está bastante en el «dique seco» por temas del aparato locomotor, G.U. se pasa todo el día practicando el Sillonball, o sea, viendo partidos de fútbol a todas horas desde el sillón. No es así: en un mes y medio se ha zampado sin pestañear unos cuantos libros. La lectura es el mejor fármaco que existe, sin duda, contra la morondanga externa y la supina estulticia que nos envuelve. Destacamos aquí solo los que más le han gustado a este bloguero, aunque hay otros.
[No pretendemos recomendar libros a nadie. Eso es algo personal e intransferible].
D.E. Stevenson (1892-1973) era hija de un diseñador de faros, David Alan Stevenson, primo a su vez del novelista Robert Louis Stevenson, el de La isla del tesoro. Ahí es nada. Y parece que ese don innato de la narración debía de ser cosa de familia, porque es una novelista magnífica, con una literatura que fluye con naturalidad, de manera amigable. Muy buena. Aquí dos obras que la han gustado mucho a G.U. Amberwell y Villa Victoria.
José Antonio Marina (1939) nos vacuna contra la insensatez en La vacuna contra la insensatez, un libro muy recomendable en los tiempos que corren. Por su parte, Javier Cercas (1962) lo borda con ese magnífico libro sobre el papa Francisco, El loco de Dios en el fin del mundo, cuando lo acompañó en un viaje a Mongolia.
En TVE se lo querían cargar, acusándole una especie de periodista llamada Marta Nebot
de pretender blanquear en su libro a la Iglesia Católica. Cercas le pregunta: ¿Tú te has leído el
libro?, a lo que contesta esa estúpida: No, pero he hablado con alguien que lo
ha leído. Este es el nivel.
Y luego está la gran Sara Mesa (1976) con Oposición,
una crítica descarnada de la burocracia y el funcionariado en una empresa
pública. Y Galder Reguera (1975) con Vida y Obra. Un novelista que le ha sorprendido a G.U. Había
leído alguna columna futbolística en EL PAÍS (es del Athletic de Bilbao) y nos
sorprende con una novela, en las lindes del denostado género de la autoficción, que le ha gustado mucho. Prosa simple, sujeto, verbo y predicado, pero que fluye con naturalidad, sin cursilería alguna.
Y, finalmente, cómo no, dos de sus grandes favoritos del cubismo: María Blanchard y Juan Gris. Llevamos tiempo deseando dedicarles una entrada como se merecen, pero eso da trabajo, no crean...
Un tiempo bien aprovechado. Un beso
ResponderEliminarOrdenando los libros en casa me "esforcié" la pierna. Ahora estoy en fase de recuperación en casa, pero, como no tengo otra cosa que hacer, aprovecho para leer todo lo que puedo. O sea, que no pierdo el tiempo. Besos
EliminarMadrid y Barcelona, forman parte de los aeropuertos internacionales, con mayor punto de conexiones,en la red mundial. Como eres arquitecto, sabes, que en el proyecto final, tiene que ser aprobado el estudio medioambiental. Tenemos el caso de cuando se hicieron el plan de Autovías, hoy día integradas perfectamente, en su momento muy discutidas.
ResponderEliminarSé cómo se suelen hacer esos informes medioambientales. Espero que aquí se hagan bien, porque es bastante habitual que primero se escriba la conclusión que se desea obtener y luego se rellene lo anterior, en plan casi burocrático y a veces tomando solo los datos más favorables, para que todo cuadre con el final deseado.
EliminarCuando entran en conflicto, los intereses económicos, con los medioambientales, desgraciadamente siempre priman los primeros. Existían otras opciones para gestionar el aumento del tráfico aéreo ahí y adecuarlo a las exigencias del aumento de afluencia de viajeros y aeronaves, pero la concentración ha primado sobre la diversificación dando vida a aeropuertos infrautilizados como el de Gerona , a poca distancia y ello supone q un pedazo de la Ricarda desaparezca bajo el cemento ...
ResponderEliminarEso sí, venden el proyecto como sostenible e incluso se dice q se ha reducido el espacio ocupado , lo que es imposible de evitar es la destrucción de todo el espacio verde y humerales q ocupará sí i sí, ampliación...Hoy el tren de alta velocidad come mucho negocio a las aerolíneas , por eso se vuelcan en el tráfico transoceánico y de ahí todo el empeño de esta ampliación.
En fin, ya q parece q no hay vuelta a atrás , seamos positivos y confiemos en q como dicen, compensen el verde y la vida q quitarán ahí, trasladándolo y aumentando según prometen en más de 270 hectáreas los espacios naturales formando un "anillo verde" en el entorno aeroportuario, así como la creación de un fondo ambiental para reforzar la protección del Delta del Llobregat....Qué sea verdad y así la pena de nuestro querido MIGUEL, no será tan grande, por eso se lo cuento aquí , con tu permiso ; )
Y respecto a tu selección literaria ... qué envidia me das , ( el verano pasado leí dos de Cercas, buena literatura y muy fácil de leer, Tierras Altas y Anatomía de un instante , si re todo este último, de lo mS recomendable , todo lo tuyo, de lo más apetecible , así pues creo q tu tiempo de reposo lo estás aprovechando de maravilla y además, nostros felices leyéndote, disfrutando tb de ello. Un abrazo muy fuerte y gracias !
No me fío un pelo de esas compensaciones, María. Además, no solo está el asunto de las lagunas, las aves y La Ricarda, aunque eso es lo que menos me gusta de todo esto. Está la contaminación adicional de todo tipo, calidad del aire y decibelios para los que viven por allí. Veremos lo "verde y sostenible" que es todo esto. 90 despegues por hora a 6000 litros de queroseno por minuto de despegue de esos monstruos, más los 100 db por avión. Más coches, más cientos de miles de turistas, en una ciudad que ya está saturada y con la población del centro expulsada hacia el extrarradio, todo eso. Si a ello añadimos el cada vez mayor número de cruceros con los motores en marcha todo el día, estamos apañados, pero por otra parte se dice que se quiere controlar y regular el turismo. Ahora bien, que no se te ocurra ir con tu coche por ciertas zonas porque... ¡contaminas!, y si no es eléctrico nada. Fariseismo puro.
EliminarEn fin, como decía San Agustín en el libro 11 de sus Confesiones, «el porvenir no existe todavía, y si no existe, no puede verse en absoluto, pero se lo puede prever a partir de los signos presentes, que están ahí y pueden verse». Estamos a asistiendo al final de un mundo que agoniza, como ya pronosticaba Miguel Delibes, muchos lo ven (lo vemos), porque los signos están aquí bien patentes, la avaricia acabará con él más tarde o más temprano. Pero aún así, seguimos adelante. Quiero ser positivo, pero siento no serlo. Como decía en el texto, a mí apenas me afecta ya, porque me bajo en la próxima, pero a los nietos de Miquel...
Respecto la lectura, es un privilegio tener horas por delante para dedicársela, y bien que lo valoro en estos dias. Por cierto, el libro de José Antonio Marina está muy bien, contiene reflexiones de mucho interés. Cada uno lee lo que cree que le puede gustar o interesar. No siempre se acierta pero da igual, si uno no gusta, se deja y se toma otro...
Un abrazo fuerte, María. Sé que estás alejada de la blogosfera, pero agradezco mucho que te sigas asomando por aquí.
Los intereses económicos están por encima de todo lo demás, todo queda a su servicio, los políticos, el bien común, el medio ambiente, la sostenibilidad, etc. Si los políticos tiene que hacer caso omiso de lo que dicen los técnicos, pues pasan de ellos y ya está.
ResponderEliminarEn cuanto a los libros.- Tengo ganas de leer el libro de J.A. Marina, he leído el de María Blachard que me gustó mucho, aquí encima de la mesa tengo para leer el de Javier Cercas, los otros libros que citas no los conocía.
Ahora estoy con "Lo visible es un metal inestable", un libro de la artista Eva Lootz.
Salud y fuerza locomotora.
Es que muchas veces los técnicos dicen lo que los políticos y empresarios quieren oír. Lo digo por la "isla mágica", donde ha sucedido siempre así y es un caso que conozco bastante bien, porque es más abarcable que esto.
EliminarPero en fin, "las reclamaciones, al maestro armero", como se decía en la mili. Derecho al pataleo y poco más, aunque en esto no patalea nadie.
En cuanto a los libros, cada uno escogemos lo que más nos interesa en cada momento, y a cada uno le van unas cosas u otras. Pero, sea como fuere, sin la lectura estaríamos aviados, por no decir jodidos.
Gracias, Francesc, espero volver a estar "hecho un mulo" dentro de poco.
Acabo de leer esta declaración de Illa en La Vanguardia: "...
ResponderEliminarEsta ampliación atraerá un turismo de mayor nivel. Si tenemos vuelos de mayor distancia podrán venir turistas de Asia, que son más respetuosos y tienen más poder adquisitivo...”
Por lo que veo ahora el problema no es que nuestros nietos vayan directos a N.Y, sino atraer turismo de más poder adquisitivo....y mi pregunta es esta: ¿para esto se ha de alargar la pista y desecar la laguna?...¿Cuál es el límite?
Amigo Miquel, sé que estás jodido y lo comparto plenamente, porque yo también lo estoy, aunque no vivo en los aledaños de todo aquello ni doy esos maravillosos paseos que das desde tu casa hasta la playa, que tanto gozo te dan y nos dan cuando los explicas aquí. Ya sabes que ya desde pequeño siempre he tenido mucho aprecio por esa zona. A pesar de que he vivido su lento deterioro, sigo acudiendo siempre que puedo. Amigo, es un mundo que agoniza (Delibes lo anticipaba, pero nadie le hizo caso) y no hay optimismos que valgan. La avaricia rompe el saco. Por cierto, odio ese puñetero aeropuerto, al que voy más de lo que quisiera...
ResponderEliminarHas dedicado muchas páginas, elaborando minuciosamente la "crónica de una muerte anunciada", esa que tan felices tiene a políticos de todo pelaje y empresarios. A los ciudadanos, menos, yo creo. Y, en efecto, esas lagunas no las verán tus nietos tal como las has vivido.
Un abrazo.
En fin lo de siempre, en los sesenta y más El Prat era un pueblo de trabajadores donde las empresas más contaminantes, las papeleras, como Sarrio, LA Papelera Española, Torras, daban trabajo a muchas personas, nadie se quejaba. Hoy día es diferente, servicios, mar, gente que se ha trasladado a vivir. La sensibilidad ha cambiado. Pero la zona tiene un aeropuerto internacional, una zona de interés. Ya veremos
ResponderEliminarPor si no lo sabías, en los sesenta, hubo una gran emigración de andaluces a El Prat, son los que se tragaron la microcelulosa, que se desprende en la fabricación de la pasta de celulosa, de las papeleras. Ahora la migración es diferente, es interna y busca otras cosas, muy diferente
ResponderEliminarLo sé.
EliminarMí apreciado Gran Uribe. Hemos tenido el placer de estar juntos y habernos intercambiado libros, y hemos podido conversar de temas, sino iguales, si similares a este. El AVE de 6km bajo Barcelona pasando por la Sagrada Familia, pudiendo arreglar Sants.
ResponderEliminarEste es un mundo que agoniza, como bien dices, y son los jóvenes quienes han de salir a la calle. Yo ya he visto lo que tenía que ver, ahora les toca a ellos.
Un abrazo.
Otro abrazo para ti, Miquel. Creo que, en efecto, ya hemos visto lo que teníamos que ver, aunque pienso que aún nos tocará ver más cosas en «los minutos de la basura», como se dice en el mundo del fúmbol.
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