Edward Hopper y Santos Cerdán

¡Ah, el impagable Edward Hopper! A él dedicaremos próximamente una entrada entera, que bien lo merece. El caso es que Koldo le había confesado a Santos Cerdán que «esto de la política "no es lo mío". Lo mío es "el currelo"». Éste, por su parte, se sinceraba con él, cuando aún era su amigo (ya no), afirmando que estaba harto de tanta tensión, que ya había ganado bastante pasta con la política y que algún día le gustaría retirarse a Navarra, trabajando en alguna empresa. Llega tarde ese día.

Edward Hopper (Carretera de cuatro carriles) / [granuribe50]

Pero ahora se siente liberado de esa presión y... «que salga el sol por Antequera». Al no entregar el acta de diputado, se ha garantizado que no le revisen su casa de la gasolinera junto a la autovía este fin de semana. [Le gustan los túneles y las autovías. Recordemos que en una de gasolinera empezó todo, cuando se inició el road movie del Peugeot]. Eso le ha permitido borrar pruebas y respirar tranquilo, después del «delete» integral en sus dispositivos. «Poco encontrarán aquí», se ha dicho. 

Y ahí lo tenemos, recién teñido el pelo, respira al fin relajado, disfrutando del momento fumándose un purito. Sin embargo, su esposa no está tan relajada como él y parece recriminarle algo, no sabemos si por haberse dejado pillar por las grabaciones de ese sujeto (Koldo) o porque salgan a la luz antiguos asuntos de meretrices en aquellas iniciáticas correrías con sus compañeros de coche (y de farra).