sábado, 22 de octubre de 2016

El PSOE, en la encrucijada

Hablemos ahora de cosas un poco más serias que de lo del exitoso viaje de la encinta Colau, del regalito envenenado del paracaidista Samaranch o de la estatua ecuestre de Franco, recogida ayer por el camión de la basura.

Se avecinan jornadas bastante delicadas para el PSOE. Todo el mundo opina sobre lo que tienen que hacer o dejar de hacer ahora, decenas de artículos, en un sentido u otro, comentan la jugada y los politólogos y tertulianos echan humo. Quizá el gran error ha sido el permitir llegar a esta situación en la que, hagan lo que hagan, estará mal hecho.

Pero el asunto de Cataluña, a partir de la brillante idea del rei Artur en 2012 de jalear a las masas para que pidieran la independencia a la voz de ¡ya! (cosa que antes hacían pocos) para así camuflar las vergüenzas de CíU, unido a la irrupción del populismo de Iglesias y sus huestes, ha puesto a los socialistas en una situación incómoda y de difícil salida a gusto de todos. No inquietarse: en otros momentos así supieron reflotar la nave, pero se necesita a gente valiosa para hacerlo.

Dice Joaquím Coll, un tipo sensato ,lo siguiente:

Joaquím Coll
[...] «Solo la descarnada lucha por el poder, con sus golpes bajos, junto a una relación personal envenenada por la desconfianza entre Pedro Sánchez y Susana Díaz, incapaces de pactar una estrategia que salvaguardara los intereses del PSOE al margen de su rivalidad, permite entender la crisis socialista y su implosión final a finales de septiembre.[...]

El desgarro emocional en las bases es muy fuerte porque en todo este tiempo se ha alimentado únicamente el discurso de la ética de las convicciones, de forma que cualquier otra cosa que no sea un 'no' rotundo al PP se presenta como una traición a las esencias, cuando no es otra cosa que política. Lo triste es que ahora la abstención no solo es inevitable, sino que será gratuita y vergonzante.

En la historia de este gran disparate, la posición del PSC se complica más. Si este domingo el comité federal decide una abstención en bloque, en lugar de limitarla a solo 11 diputados para desbloquear la investidura de Mariano Rajoy, el estropicio con el socialismo catalán puede ser mayúsculo. Miquel Iceta y Núria Parlon se han equivocado al repetir tantas veces que el PSC tiene ya decida su posición al margen de lo que apruebe el máximo órgano entre congresos socialista.

Es un error porque choca con el principio de lealtad federal. Uno no puede participar en una votación y decir que luego hará lo que quiera. Pero en el PSOE deberían también ser conscientes de lo delicado del momento. Imponer una abstención general es innecesario. Y puesto que todas las decisiones son malas, mejor elegir la que evite males mayores».


Por su parte, Juan Claudio de Ramón analiza en su último escrito el desgarro del PSOE, nos habla de la crisis de la socialdemocracia y esas cosas (de nivel avanzado), para acabar situando una de las claves de ese anunciado hundimiento —que esperemos que no sea tal— en el tema territorial, y no le falta razón, en opinión de G.U.

De una ilustración de Eduardo Estrada
[...] «Por mi parte, opino que no se entiende la coyuntura del Partido Socialista sin apuntar a la crisis de la nación constitucional española y al trato continuado de la izquierda española con los nacionalismos periféricos. [...]

Porque es fácil ver que para muchos catalanes el odio sobreactuado hacia el Partido Popular, de buen tono en su tierra, ha sido el pretexto para sumarse a una causa independentista para la que acaso no tenían convicciones nacionalistas suficientes. Se escucha a menudo: “No soy nacionalista, pero votaré sí a la independencia porque un Gobierno del PP es una amenaza”. De este modo, guiado por su lazarillo ciego, el PSC, el PSOE ha preparado psicológicamente a sus propios votantes para ingresar en la causa autodeterminista. Pecado de Estado que trae su penitencia electoral: los electores de centroizquierda, para quienes la España democrática de 1978 o una educación bilingüe para sus hijos son valores importantes, votan a Ciudadanos o permanecen en casa. Los que simpatizan con la autodeterminación y asumen su relato justificador, escrito por el nacionalismo y no objetado por el PSOE, votan a la genuina izquierda nacionalista, donde mora Podemos.

De ahí que el sorpasso en esas comunidades ya se haya producido: El PSOE ha participado en la educación en el nacionalismo de sus bases y cuadros pero, no siendo nacionalista, no puede recoger el fruto electoral, que se llevan otros. (Y una de las buenas razones para no celebrar un referéndum es ahorrarnos el espectáculo de ver al PSOE hacer la campaña que querrían los nacionalistas contra “la derecha centralista”)».


1 comentario:

  1. Descartada (sensatamente a mi juicio) la opción de juntarse con Podemos e independentistas, solo quedan otras dos opciones: gobierno de Rajoy o elecciones en las que saldría laminado el PSOE. Por tanto está claro. Por eso, si yo fuera del PSOE y me viene uno diciendo que va a votar NO, aun si se decide abstenerse, le pondría los puntos sobre las íes. Y es que no se puede ir de guay cuando el resto de compañeros se van a comer el "marrón". ¿O se cree el sobreactuado de Iceta que los demás lo hacen encantados de la vida? ¿Van aceptar los demás quedar de chungos mientras el otro se opone "dignamente"? Como supongo que en los partidos se sabe mucho de sus dirigentes y de sus trapos sucios o de sus deudas, espero que le pongan en su sitio si es que deciden una cosa y él pretende hacer otra. Lo mismo para Patxi (elegido Lehendakari con los votos del PP) o la Armengol esa. Reconozco que es una faena que haya ganado el PP, pero los demás tendrían que preguntarse qué han hecho mal (rematadamente mal) para que haya podido ocurrir eso. Desde luego, a mi juicio, la autocrítica brilla por su ausencia.
    Mateo M.
    PD. Por cierto, señores del PSE: ¿Qué hacen ustedes en la AMI en tantos municipios? Que alguien lo explique (por ejemplo Vh Sociata para tener una opinión de primera mano).

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